Aunque el tener una estrategia a largo plazo es muy importante para el crecimiento sostenible y la evolución de una empresa, no se debe dejar de lado el hecho de que todo inversionista tiene una expectativa de rendimiento a corto plazo.

En un mercado que, como vimos anteriormente, está en constante fluctuación, el atender a las demandas de este y que las empresas expresen su visión a largo plazo puede evitar que este tenga alguna reacción impulsiva ante cualquier cambio.
Si lo que buscan las empresas es tener una sana relación con sus inversionistas y aumentar su valor, el demostrar un compromiso con la mejora y la innovación por medio de inversiones en desarrollo siempre resulta una buena opción. Para ello, las empresas deben presentar ante los inversionistas sus diferentes iniciativas y destacar el valor a largo plazo que tendrá su inversión.